miércoles, 10 de junio de 2020

Ernesto Zedillo

Durante su presidencia, enfrentó la peor crisis económica en la historia de México, que comenzó pocas semanas después de asumir el cargo.​ Se distanció de su predecesor Carlos Salinas de Gortari, culpando a su política de la crisis (aunque el propio presidente Zedillo no se apartó de las políticas neoliberales de sus dos predecesores),​ y supervisó el arresto de Raúl Salinas de Gortari, hermano de su predecesor.​ Su administración también estuvo marcada, entre otras cosas, por nuevos enfrentamientos con el EZLN y el Ejército Popular Revolucionario,​ la polémica implementación de Fobaproa para rescatar al sistema bancario nacional,​ y una reforma política que permitió a los residentes del Distrito Federal (ahora Ciudad de México) elegir a su propio alcalde, y las masacres de Aguas Blancas y Acteal perpetradas por las fuerzas estatales.
Si bien las políticas de Zedillo permitieron a México salir de la crisis económica y recuperar el crecimiento, el descontento popular con siete décadas de gobierno del PRI llevó a que el partido perdiera, por primera vez, su mayoría legislativa en las elecciones de 1997,​ y en las elecciones de 2000, el candidato opositor de derecha Vicente Fox, candidato del Partido Acción Nacional, ganó la Presidencia de la República, poniendo fin a 71 años de gobierno ininterrumpido del PRI.​

Desde el final de su mandato como presidente en 2000, Zedillo ha sido una voz líder en la globalización, especialmente su impacto en las relaciones entre las naciones desarrolladas y en desarrollo. Actualmente es Director del Centro para el Estudio de la Globalización en la Universidad de Yale, es el copresidente latinoamericano del Diálogo Interamericano y está en la junta directiva de Citigroup.

Eran las ocho de la noche del 2 de julio de 2000. En la calle de Florencia y en Paseo de la Reforma la gente empezaba a dibujar con la mano en el aire la “V” de la victoria; minutos después, familias enteras caminaban rumbo al Ángel de la Independencia; en instantes, ríos de gente coreaban alrededor de la glorieta: “¡Fox, Presidente!”.

Una hora después, en la zona centro de la Ciudad de México, se distinguían partidarios de dos grupos políticos disímbolos: en dirección del Ángel caminaban los simpatizantes de Vicente Fox Quesada; hacia el Zócalo, los seguidores de Andrés Manuel López Obrador, quien ganaba el Gobierno del DF.



Los contingentes lanzaban arengas a uno u otro candidato; las horas siguientes fueron de fiesta. Era la histórica noche en que el PRI perdía la Presidencia. Era la primera alternancia en 70 años.






Bibliografía
Rodríguez, R. H. (2003). Ernesto Zedillo. La presidencia contenida. Foro internacional, 39-70
Chávez, M. N. (2005). Cultura política y política educativa en el sexenio de Ernesto Zedillo. Plaza y Valdes.
Calva, J. L. (1995). El nudo macroeconómico de México. La pesada herencia de Ernesto Zedillo. Problemas del desarrollo, 63-95.
Zepeda Bustos, C. S. (2012). Privatizaciones realizadas durante el gobierno de Ernesto Zedillo. El cotidiano, (172), 32-38.
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